Un nutriente fundamental que el cuerpo necesita para fortalecer los huesos y mantenerlos saludables es la Vitamina D. Es por eso que nuestro organismo solo puede absorber calcio, el componente principal del hueso, cuando la misma está presente.
La Vitamina D se encarga también de regular otras funciones celulares fundamentales. Sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras contribuyen con la salud del sistema inmune, la función muscular y la actividad de las células cerebrales.
No se encuentra naturalmente en muchos alimentos, pero se puede hallar en la leche fortificada, los cereales fortificados y el pescado graso, como salmón, sardinas y caballa.
Debido a la falta de Vitamina D, los huesos pueden volverse blandos, delgados y frágiles. Incluso, esta carencia puede asociarse fácilmente con la osteoporosis.
¿Cómo funciona la producción de Vitamina D?
Cuando nos exponemos a la luz solar directa, en la piel se activa un químico y el cuerpo es capaz de fabricar Vitamina D. La cantidad que se genera dependerá de muchos factores, como lo son la hora del día, la estación del año, la latitud y la pigmentación de la piel.
Siendo así, la producción de la Vitamina D es capaz de disminuir según dónde vivamos y cuál sea nuestro estilo de vida, incluso puede llegar a ser completamente nula durante los meses de invierno. Aunque son importantes para prevenir el cáncer de piel, los protectores solares también se caracterizan por disminuir la producción de Vitamina D.
¿Qué síntomas pueden relacionarse con la deficiencia de Vitamina D?
· Fatiga
· Debilidad muscular
· Depresión
· Dolor en las articulaciones
La Vitamina D y los adultos mayores
Muchos adultos mayores no se exponen a la luz solar de forma regular y, a causa de esto, tienen problemas para absorber la Vitamina D. Esto aumenta en la época invernal, donde el sol es más débil y disminuye la exposición.
Generalmente, este grupo de personas requiere un médico que les indique la realización de un estudio de laboratorio para ver qué valores manejan y si es necesario que implementen el consumo de algún complemento.
La toma de un multivitamínico que incluya Vitamina D puede ayudar a la mejora de su salud ósea. La cantidad diaria recomendada de esta es de 400 unidades internacionales (UI) para los niños de hasta 12 meses, de 600 UI para personas de 1 a 70 años y de 800 UI para personas mayores de 70 años.
¿Cuáles son algunas consideraciones a tener en cuenta?
Con respecto a la investigación acerca del uso de la Vitamina D en afecciones específicas, se pudo observar mediante múltiples estudios lo siguiente:
· Salud cognitiva: Bajos niveles de Vitamina D en sangre están asociados con el deterioro cognitivo.
· Trastornos óseos heredados: Los suplementos de Vitamina D se pueden utilizar para tratar trastornos heredados que son causados por la incapacidad de absorber y procesar esta vitamina, como podría ser la hipofosfatemia.
· Esclerosis múltiple: Para la reducción del riego de esta enfermedad se debe implementar el uso a largo plazo de suplementos de Vitamina D.
· Osteomalacia: Lo que resulta en la pérdida del contenido mineral óseo, dolor óseo, debilidad muscular y osteomalacia son los suplementos ingeridos por los adultos para tratar la deficiencia de Vitamina D grave.
· Osteoporosis: Las personas con suficiente Vitamina D y calcio en sus dietas pueden ralentizar la pérdida de mineral óseo, ayudar a prevenir la osteoporosis y reducir las fracturas.
· Psoriasis: Aplicar una preparación a base de Vitamina D o un tópico llamado calcipotriol en la piel puede ayudar a tratar la psoriasis en las placas de algunas personas.
· Raquitismo: Esta afección poco frecuente se desarrolla en niños con deficiencia de Vitamina D. Tomar un suplemento de la misma puede evitar y tratar el problema.
Dra. Milagros Zambelli
Médica clínica
Sanatorio Mater Dei