Con la llegada del calor y el verano es común que aumente la exposición solar, por eso es importante proteger la piel de los rayos UV teniendo mayor cuidado en este aspecto.
Los lunares, también conocidos como nevos melanociticos, son un tipo común de tumor benigno de piel. Están formados por melanocitos o células nevicas (melanocitos modificados) y los vemos como pequeños puntos que van del color marrón claro al marrón oscuro.
Aparecen típicamente en las primeras tres décadas de la vida. La mayoría de las personas tienen entre 10 y 45 lunares que aparecen durante la niñez y la adolescencia, la apariencia de estos lunares puede cambiar o desaparecer con el paso del tiempo.
A partir de los 30 años el número de lunares va disminuyendo. Existe mayor cantidad de lunares en zonas fotoexpuestas. Por otro lado, independientemente de la exposición solar las mujeres tienen más lunares en brazos y piernas, en cambio los hombres en el tronco.
Es importante aclarar que si bien son inofensivos y en muy pocos casos se vuelven cancerosos, debemos prestar atención a los cambios para detectar el cáncer de piel, especialmente el melanoma que es el cáncer cutáneo maligno más grave.
Qué son específicamente los lunares
Los lunares o nevos, son acumulaciones de células pigmentadas en la piel que pueden variar en tamaño, forma y color, y aunque la mayoría son benignos, siempre es importante vigilarlos ya que en algunos casos pueden convertirse en cáncer de piel.
Es importante tener en cuenta los siguientes puntos:
La regla ABCDE (Asimetría, Bordes, Color, Diámetro, Evolución) es útil para evaluar lunares.
Cambio de apariencia/evolución: prestar especial atención a cambios en el tamaño, color o forma de un lunar. Los lunares crecen de manera proporcional al crecimiento de las personas, sobre todo los lunares congénitos. Cuando el crecimiento es desproporcionado es una pauta de alarma.
Genética: la cantidad y tipo de lunares depende de factores genéticos. Los niños con piel clara, cabello rubio o pelirrojo, ojos grises o azules, pecas y propensión a quemarse en lugar de broncearse tienen recuentos de nevos significativamente más altos que los niños sin estas características. Las personas que tiene mayor número de lunares tienen un riesgo aumentado por lo cual requieren mayor control.
Prevención: usar protector solar y evitar la exposición directa y excesiva al sol puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar nuevos lunares o cambios en los existentes.
Si tenés dudas sobre las características de algún lunar, no dudes en consultar a tu dermatólogo.
En el Sanatorio Mater Dei cuidamos tu salud y la de tu familia.
Dra. Pilar María Valle
Dermatología
Sanatorio Mater Dei